El mejor actor de la Historia del Cine es este neoyorkino nacido en 1940. Estudió interpretación con Lee Strasberg, que le enseñó el método Stanislavski en el Actors Studio, por donde han pasado los más famosos actores de Estados Unidos. Esta técnica -también llamada simplemente “el Método”- consiste en “meterse en la piel del personaje” mediante el “realismo psicológico”.
Participó en varias obras de teatro y en un episodio de una serie de televisión sobre policías hasta que debutó en el cine con “Yo, Natalie” (1969). Su segunda película, “Pánico en Needle Park” (1971), donde interpretaba a un heroinómano, hizo que Coppola se fijase en él para “El padrino” (1972). A partir de ahí, desarrolló una brillante carrera cinematográfica hasta nuestros días, interviniendo también en la miniserie “Angels in America” (2003) donde daba vida a un abogado sin escrúpulos enfermo de sida.
Aparte del mafioso Michael Corleone en las tres películas de la saga “El padrino” (1972, 1974 y 1990), sus personajes más representativos han sido el policía “Sérpico” (1974), el atracador de bancos de “Tarde de perros” (1975), el gángster de “Scarface” (1983), el decadente esbirro de “Donnie Brasco” (1997) y el judío Shylock de “El mercader de Venecia” (2004).
Pacino se mueve ante la cámara con fuerza interior y ademanes muy humanos. Tropieza con las puertas, fija la mirada en sus interlocutores, camina con los brazos colgando, expresa firmeza o duda. Traspasa la pantalla y te obliga a escudriñar hasta su último gesto. Las más de cuarenta películas en las que ha intervenido están marcadas siempre por su presencia.
Filmes aceptables son vistos como productos mediocres por comparación con su personalidad. Y películas sin ningún otro interés levantan su calidad con su sola actuación. Esta página es la lista completa de sus trabajos en la pantalla, en orden cronológico, con una imagen representativa de cada uno y un breve comentario además de la puntuación de su calidad (de una a cinco estrellas).